Capitulo 6: Cambios, niña, cambios...

Hola, aprovecho para deciros que he renovado la seccion de tributos del capitolio. Un muxu!

El ascensor emitió un leve pitido. Al abrir las puertas, se encontró en una sala de largos y oscuros pasillos. Tomo el más cercano a su derecha y siguio recto, para luego tomar varios desvios. Para olvidar el miedo que le provocaba la oscuridad, comenzó a tararear una nana.
Oyó unos pasos a pocos metros y aumentó el ritmo. Poco después se encontró frente a una puerta custodiada por un par de guardias que la miraron asombrados.


-Señorita... ¿como ha llegado hasta aqui?-pregunto uno de ellos.
-Sin respirar siquiera, ella dijo:
-Quiero ver a mi abuelo
-¿A quien, señorita?-estaba claro que no sabian quien era ella.
-A mi abuelo, el...-la pequeña suspiro y saco una tarjeta de uno de los bolsillos del vestido-Sophie Snow.
La examinaron durante unos minutos. Luego, uno desaparecio detras de la puerta y el otro se limito a mirarla fijamente. Quince minutos despues apareció el guardia y tras el, el Presidente Snow.
-¡Abue...!
-Sophie, sabes que no debes molestarme durante los Juegos, mas te vale que sea importante.
La niña le miro a los ojos. No solía hablarle con aquel tono de voz tan severo y firme. En su pequeño rostro se dibujo una cara de arrepentimiento.
-Yo... lo siento... es que...
-Ven, pequeña
La cogió de la mano y guiandola por aquel laberinto terminaron en una sala, sentados uno frente a otro. El hizo un gesto, y desde las sombras, un avox se acerco con una bandeja de té y pastas. Luego, le mando irse.
-Bueno, ¿a que se debe que me interrumpas, Sophie?-le preguntó mientras mojaba la galleta en el te.
Se calento las manos con el té y se apresuro a decir con angustia:
-¡No puede morir!
El alzó la vista divertido.
-¿Quien, pequeña?
Ella trago visiblemente y despues dijo muy seria:
-La tributo del Distrito 4, Annie.
-Ah, si, Annie.
Se hizo silencio en la habitación, solo se oian el crujido de las galletas y el de la tacita de la niña, cuando se llevaba esta a los labios.
-¿Por que no debe morir, pequeña?
El cogió otra galleta y la miro despreocupadamente. La pequeña comenzaba ha angustiarse ya que nunca habia sentido cariño por ningun tributo, cuan menos pena. Y el hecho de que estuviera a punto de perder algo tan valioso como su apuesta, le hizo chillar llena de angustia:
-¡Es que Finnick, si no, muere!
El detuvo su galleta en el aire y la miro.
-¿Como que...? Oh...
De su rostro asomo una sonrisa viperina y miro a la niña.
-Dime cariño, ¿que ocurre entre ellos?
La niña vacilo.
-Pues... pues... si Annie llora, el va a ayudarla y se queda horas abrazandola en su cuarto. Le... le...
-¿Como hace mama cuando tu papa enferma?-pregunta el
-Si-responde ella sintiendose comprendida.
Asiente y fija la vista en un punto lejano, luego mira a la niña y le dice:
-Sophie, esto que quede entre nosotros, hare todo lo que este en mi mano por ayudar a esa Annie.
-¿Si?-dijo ella emocionada
-Si, pero eso no significa que vaya a ser un camino de rosas- y comenzo a reirse de su propio chiste.
La niña salio de la habitación mas contenta, la corona estaba asegurada.
Pero no la cordura.

Unos años despues

-¿Que cambios va a haber?
-Para empezar-nos dijo Peeta-se han suprimido las entrevistas y el desfile, ya que se consideran un gasto innecesario.
Asentimos de acuerdo.
-Luego, en la Arena podrá haber dos ganadores, independientemente del Area que sean ¿entendeis?
Asentí, eso yo ya lo sabia gracias a la maldita Coin.
-Vale, y por ultimo, no habrá patrocinadores ni estilistas.
-¿¡Cómo!?-exclama Darrent sorprendido
Abro los ojos de par en par. Lo de los estilistas me lo esperaba, ya que solo sobrevivio un equipo de preparación despues de la guerra y los demas murieron. Pero los patrocinadores... ¿como ibamos a sobrevivir?
-¿Tan mal esta la cosa?-le pregunto
El asiente debilmente.
-En los Distritos todavia la gente se esta recuperando, y se estan creando hospitales y escuelas. Y aqui tambien se estan arreglando cosas, por lo que no queda gente que quiera o pueda patrocinar a los tributos.
-¿Y en la Arena...?
-No os apresureis, de eso hablaremos más adelante. Primero tengo que comentaros otras cosas. He de informaros de que a mi solo me vereis a la noche, ¿entendido?
Asentimos como tontos
-Y ahora, entrenamientos ¿juntos o separados?
-Junt...-comienzo a decir.
-Separados-suelta el.
¿Que? Espera, ¿este era el chico con el que hace unos minutos me estaba partiendo de risa?
El me mira y adivina mis pensamientos.
-Cubriremos mas terreno por separado.
¡Si, claro!
-Esta bien, de todas formas, ¿os importa decirme con que sois buenos?-pregunta Peeta algo molesto.
-Yo soy bueno con las lanzas, y soy fuerte-dice Darrent orgulloso.
-Espada-digo simplemente.
-¿Como?-me pregunta Peeta
-Que yo soy buena con la espada. En casa cortaba las flores con ella y tras ver unos Juegos comence a practicar.
Siento una punzada en el corazón. Por que en mi cabeza todavia se reproduce la imagen de una decapitación. Sacudo la cabeza para liberarme de aquellos pensamientos y miro al frente, a los ojos de mi mentor que piden una respuesta.
Me encojo de hombros.
-Esta bien, se puede hacer algo con eso, pero lo que siempre se dice. Probad los puestos de supervivencia, sobre todo el de plantas comestibles. Ya que este año no habra patrocinadores, dependereis completamente de la Arena y de lo que os suministre. Tambien es bueno que practiqueis con lanzas y espadas, me da igual si ven que sois buenos, practicad, pero no en exceso. Y ahora a dormir, mañana sera el primer dia de entrenamiento.
Darrent y yo nos miramos algo acobardados por lo que nos espera. Le miramos de nuevo  y para nuestra sorpresa, nos brinda una deslumbrante sonrisa.
-Chicos, creo que la suerte esta de nuestro lado.