Tributos

domingo, 1 de julio de 2012

Capitulo 20: Los ladrones

Os escribo mientras veo el partido de la Roja ¡Que nervios! Pero estoy segurísima de que vamos a ganar, ademas ya vamos marcados dos goles, así que ... Fuck u Italians!
Por último, os quiero informar de que me marcho el próximo sábado a mi pueblo y allí no hay wifi, por lo que no podre volver a subir hasta finales de julio o principios de agosto. Pero hasta entonces voy a aprovechar a escribir todo lo que pueda.
Muxus!

Los días siguientes pasaron tranquilamente en la cueva. Sin embargo, en tierra se libraba la verdadera batalla en la que, los profesionales, se habían cobrado ya seis vidas, en los tres escasos días que permanecimos ocultas en la cueva.
Pero al cuarto día, comencé a preocuparme por los suministros de comida. Tan solo nos quedaban seis latas, cinco manzanas y tres galletas; suficiente para unos pocos días, pero después...
No nos atrevíamos a ir a la Cornucopia, en la que seguramente estarían los profesionales. Pero cuando engullimos las últimas galletas y una manzana, nos dimos cuenta de que aquello se convertiría en un problema a su tiempo.
Reunimos todo el equipo, guardé la espada en mi cinturón, pero estaba un poco inestable así que lo apreté con las hebillas. Nata hizo lo propio con el
cuchillo y guardo la honda en el bolsillo de la chaqueta.
Saltamos a tierra y ocultamos las cuerdas lo mejor que pudimos. Aprovechando que estábamos mojadas nos metimos en el río que descendía tras la cascada, para intentar pescar algo.
Llevábamos unos veinte minutos en el agua cuando Nata chilló:
-¡Sophie! ¡Mira!
Seguí la dirección que me señalaba, pero no vi nada, tan solo una formación circular de rocas, algunas planas, perfectas para tumbarse encima.
-Nata, allí no hay nada-le dije suavemente.
Ella abrió los ojos de par en par y dijo indignada:
-¡Te digo que he visto a alguien! ¡Y tenía el pelo rosa!
Oh, Dios mío, tengo que sacarla más a menudo, el moho de la cueva no le hace ningún bien.
-Seguro que sí, Nata, pero ahora ¿podemos cazar algo?
Ella sacudió su cabellera rosa.
-No me crees-dijo enfadada-¡No miento!
-Está bien, te creo, pero quiero comer.
Ambas suspiramos.
-Aquí no vamos a pescar nada, mejor será que nos metamos en el bosque-dice resignada.
Asiento y salimos dando grandes zancadas.
No quiero alejarme demasiado de la cascada, y tampoco quiero acercarme demasiado al lugar donde apareció la araña, por lo que caminamos todo el rato hacía la izquierda y luego hacía el norte. Y a nuestros ojos se presenta un precioso conejo.
Al principio me quedo quieta observándolo atentamente. Luego me lanzo, lo agarro y le clavo la espada rajándole el cuello. Me siento mal cuando noto su sangre caliente correr entre mis dedos, porque también había conejos en el bosque de mi hogar y me siento mal por matar, aunque solo sea animales, pero tengo que sobrevivir.
Me pregunto si utilizaré esa misma excusa cuando mate algún tributo.
Encendemos una pequeña hoguera y despellejo al conejo, ya que Nata tiene tantas de hacerlo como yo. Corto la carne del animal y luego lo asamos. Apagamos el fuego con las botas, y mientras comemos cada una una pata, guardamos el resto del conejo en unas latas vacías.
Es ya de tarde cuando decidimos volver a la cueva para refugiarnos de nuevo, y por el camino recogemos unas plantas que reconozco de mi corta sesión en el puesto de plantas comestibles. Cuando llegamos a la cascada Nata comienza a contarme una anécdota acerca de un vestido de metal, y es entonces cuando le interrumpo.
-¡Eh, que era una parte interesante!-se queja.
-Nata...
-Fue cuando me agache a coger...
-¡Nata!-grito perdiendo la paciencia.
-¿Que ocurre?
Le señalo algo obvio en la pared y entonces chilla:
-¿Y las cuerdas?
-Exacto, no están. Alguien las ha descubierto, aunque dudo que sepa lo de la cueva, a no ser que nos haya visto entrar o salir de ella.
Nos miramos asustadas. No nos quedan más cuerdas y la cueva era un perfecto hogar para vivir.
-¿Que hacemos?-pregunta mi aliada.
Camino de un lado a otro mientras lo pienso. Dudo mucho que fueran los profesionales, ya que no necesitan cuerdas, lo cual solo indica a que fuera algún tributo. Me acerque al muro y examine la piedra, totalmente cubierta por el musgo y las raíces que trepaban por ella. Continué mi inspección hasta el suelo y junto a unas rocas descubrí unas pisadas que no nos correspondían ni a Nata ni a mí.
-Buscarles.
Después de una breve discusión, ponemos rumbo de nuevo al bosque. Los ladrones habían dejado grandes pistas en su huida, y lo digo en plural porque encontramos distintos tamaños de pisadas, una pequeña, de mujer, probablemente y otra más grande de hombre. Pero cuando oscureció, perdimos el rastro y ni siquiera con las gafas podía guiarme bien por el camino.
-Sophie, ¿podemos volver?
-¿A donde?-le conteste-Ya no tenemos donde ocultarnos Nata, no a no ser que recuperemos esas cuerdas.
Así que continuamos andando una hora más, hasta que el cansancio pudo con nosotras, y nos detuvimos a descansar debajo de un árbol.
Cogí el cuchillo de Nata y puse cerca mi espada, en caso de tener que utilizarla, luego la abrace y vele por ella toda la noche.

Me despertó el sonido de un cañón. Me coloqué de pie con las armas en alto, pero no había nadie cerca. Desperté a Nata y corrimos de vuelta a la cascada, lejos de donde se oyó el cañonazo, pero adentrándonos un poco en el bosque. No había dormido mucho, tan solo eche alguna cabezada pero no me atreví a más y no me parecía justo despertarla, por lo que ahora me moría de sueño. Por suerte, nos detuvimos para desayunar las plantas que recogimos ayer y que, con suerte, serían comestibles. Divagábamos sobre quien habría muerto, ya que ayer no salió ningún rostro en el cielo y los rebeldes se aburrirían al ver tan poca acción.
Cuando terminamos, me permití una siesta y al mediodía fuimos de nuevo a cazar.
Pero esta vez encontramos algo más que conejos.

6 comentarios :

  1. Que encontraron? Me tienes que decir que encontraron, o al menos prometerme que colgarás el siguiente capitulo pronto, muy pronto
    besos ^^

    ResponderEliminar
  2. Madre mia no se si podré aguantar un mes! Me encanta la última frase... simplemente GENIAL
    Besos!

    ResponderEliminar
  3. Espero que cuelques el siguiente antes del proximo sabado, porque un mes entero con la intriga sería insufribleeee

    ResponderEliminar
  4. Encontraron gente parra matar!!!!! Siii!!!! Quiero sangreluchapelea!!!!!! Soberbio querida Nina, soberbio! Besos:)

    ResponderEliminar
  5. Genial!!
    Pelea peleaa!!
    JaJaJa
    Espero el siguiente!

    ResponderEliminar
  6. Esta genial, pero vas cambiando el tiempo verbal, a veces en presente, a veces en pasado
    Besos

    ResponderEliminar