Tributos

jueves, 5 de julio de 2012

Capitulo 25: Escamas

¡Hola! Siento haber tardado tanto, pero es que ayer fui a la piscina y hoy mi hermana acaparo el ordenador. Luego si puedo subo otro, pero comentad por favor, que quiero saber vuestra opinión.
¡Muxus!

Cuando el sol ascendió a lo alto, seguimos una idea de Christian y comenzamos a preparar el equipo para mover el campamento.
-Nos pueden haber seguido. Beid les habrá contado adonde nos dirigimos y Criskti, Blake y ella ya nos estarán buscando.
Tenemos tres mochilas. Nos repartimos entre todos la comida para que si nos separamos podamos abastecernos durante unos días, le paso a Christian mi cantimplora, ya que cogí otra botella en la Cornucopia. En cuanto a armas andamos bastante bien provistos. Christian tiene un cuchillo y la espada, Nata el cuchillo y la honda y yo el escudo y mi espada.

Abandonamos la cueva y le dirigí una última mirada. Había sido nuestro pequeño hogar y aunque no lo quisiera admitir, lo iba a echar de menos. Saltamos y guardamos las cuerdas, que estaban algo desgastadas. Luego me fije en la mugre y suciedad que nos cubría el cuerpo a los tres y dije:
-¿No sería buena idea bañarnos antes de irnos?
Me dieron la razón y bajamos un poco, siguiendo la corriente del río. Dejamos a Christian vigilando y Nata y yo fuimos a bañarnos.
-Que quieres que te diga. no confío en ese-me dice.
-Dale una oportunidad, me ha salvado la vida.
Después de lavarnos de pies a cabeza, comienzo a lavar el montón de ropa que tenemos y ayudo a Nata, que sigue muy débil. Me visto con los pantalones cortos, la camisa de tirantes y la chaqueta negra y salimos para avisar a Christian de que ya puede bañarse.
Para decepción de Nata, sigue en su puesto, vigilando.
-¿Porque te cae tan mal? ¿Que te ha hecho?-le pregunte cuando Christian desapareció entre la maleza.
Pero solo conseguí un bufido como respuesta.
Pasados cinco minutos sin hablar, comencé a recordar momentos del pasado. Recuerdos que un día me sacaron una sonrisa y que ahora solo me ponían en riesgo de llorar.


Hace poco menos de un año...

La joven salio a pasear por el jardín. Junto a ella iba un tigre que le llegaba a la altura de las rodillas. Llegaron a la entrada de la casa y la muchacha se despidió de su mascota, a la vez que le lanzaba una pelota. Todavía era pronto para cenar,  por lo que fue a su cuarto, cogió el escudo y fue derecha al despacho de su padre, decidida a resolver sus dudas.
Toco levemente con los nudillos.
-Adelante-le respondieron.
Estaba sentado en el sillón de cuero beige leyendo un libro, que dejo inmediatamente al ver su visita. Se levanto rodeando la mesa y la abrazo.
-Hola, cariño ¿que ocurre?
Ambos tomaron asiento y ella coloco su escudo encima de la mesa de caoba*, él la miro extrañado pero no pudo evitar pasar la mano por las miles de gemas y piedras preciosas, como tantas veces había echo Sophie.
-Veras... quería saber más cosas acerca de...-comenzó ella duditatiba.
-¿Acerca de?-pregunto él enarqueando una ceja.
-Sobre el significado del escudo de armas de nuestra familia-soltó de un tirón.
Su padre la observo atentamente. Luego se levanto y corrió las cortinas, cogió una botella de coñac y se echo un poco en un vaso.
-Uuuff... ¿por donde empiezo?
-Por el principio-le respondió la muchacha mientras se sentaba.
Él dio un trago y luego se levanto para examinar el escudo. Sophie tuvo que prestar la máxima atención porque su padre susurraba a un volumen tan bajo que dudaba si quiera que estuviera hablando.
-Veras, cariño, el escudo de los Snow ha venido desde hace unas pocas décadas, un poco antes de los Tiempos Oscuros. Tu antepasado Xenophilius Snow* comenzó con la limpieza de sangre en la familia, quería dejarla "pura" y digna de honores. Murió dejándole la tarea a su hijo, Hale, que fue mucho más respetado y tomado en cuenta que su progenitor, pero no lo suficiente como para subir al mando.
La muchacha asintió embobada. Nunca le habían hablado de sus antepasados y sin duda eran fascinantemente terroríficos.
-Sin embargo creyó conveniente crear una marca, un símbolo, que distinguiera a su familia de las otras. Los grabó en paredes, pinto cuadros y creo armas con el dibujo-señalo el escudo y continuo-Se hizo poderoso entre las sociedades y, sobre todo, muy temido. Mucha gente le temía y eso fue lo que acabo con él, lo asesinaron.
Sophie se quedo helada al oír esas palabras, pero le dijo que continuara.
-Bueno, el resto es historia. Nuestra familia fue siendo más poderosa, hasta llegar a la cúspide con tu abuelo Coronalius Snow. En cuanto al significado del escudo de armas...
Ella lo miro expectante hasta que se decidió a continuar.
-Querían señalar dos cosas básicas: la belleza y el miedo. La serpiente-dice señalándola-simboliza a los tributos masculinos de la familia Snow, que muestran astucia y rapidez. El fuego es el arma que utiliza para atraer a sus presas, como un espejismo, es una ilusión, falsa y letal.
Suspiro y señalo la sirena.
-Por otro lado, la sirena simboliza los tributos femeninos de la familia Snow. Las sirenas eran seres mitológicos que atraían a los hombres por sus cantos, pero en nuestra época ya no había ese tipo de sirenas, si es que alguna vez existieron...
-Oh, por supuesto, ¿como si no habrían escrito tanto sobre ellas?
-En aquella época eran muy raros, Sophie-dijo su padre torciendo el gesto- Ejem, si, las sirenas. En el Capitolio crearon unas sirenas hace miles de miles de años, son inmortales y lo más importante, cariño-señalo el dibujo del escudo y dijo-no tienen rostro.
La muchacha puso una mueca.
-¿Si no tienen rostro como pueden atraer a los hombres?
-Porque cada vez que un hombre las mira, toma el rostro de la mujer más bella para él. Lo atrae con sus cánticos y le introduce el veneno mediante el beso.
-¿Y si una mujer la ve?-pregunto confusa.
-Hay dudas acerca de los resultados. Ten en cuenta que las sirenas fueron los primeros seres creados  por el Capitolio, y no se tiene tanta información de ellas como se debería, ya que se las considero peligrosas y fueron trasladadas. Lo único que se sabe de ellas sobre el efecto en las mujeres es que si primero han sido vistas por un hombre, toman la forma que el hombre ve y si no se ven así mismas embellecidas, y el sonido que oyen...-se tapa las manos con los oídos y sonríe.
-¿Por que crean cosas tan horribles?-pregunta la muchacha para inmediatamente morderse la lengua, como tantas otras veces.
Pero su padre hizo la vista gorda.
-Y por último, las rosas, las rosas...
-¿Que ocurre, papá?
Su padre se irguió y fue hasta la puerta, la abrio y miro fuera. Volvio a entrar, cogio a Sophie del brazo y le susurro al oido.
-Es un secreto, Sophie, no puedes contarselo a nadie.
Asentí.
-En realidad, cuando Hale Thomas Snow creo el diseño del escudo, no había rosas.
Y cuando dijo eso, le dio un último trago a su copa y se fue.


En aquel bosque, al borde del río...

Han pasado unos veinte minutos cuando pregunto:
-¿Y Christian?
-No lo se. Tu protegido se fue a lavar y no a vuelto-respondió secamente mi pelirosa.
Mire a las rocas pero no conseguí verle y eso me preocupo más.
-Ahora vuelvo-dije mientras me levantaba.
El camino hasta el río era corto, pero no se oía nada, ni un suspiro ni un murmullo, tan solo el sonido de mis botas al chocar contra las hojas.
-Christian-le llame, pero no respondio.
No podía haber huido, porque nosotras teníamos su mochila, ademas ¿que razones tendría para huir?
Seguí avanzando hacía el río y no me detuve hasta que mis tobillos entraron en el agua.
-¡Christian!-grite. Pero, como antes, no me respondio nadie.
Comencé a preocuparme ¿y si le había pasado algo? ¿y si los profesionales lo habían cogido? Esas preocupaciones comienzan a corroerme por dentro y comienzo a nadar y chillar su nombre a la vez:
-¡Christian! ¡Christian! ¡Christian!
Pero seguía sin obtener respuesta.
Sin embargo, oí una extraña melodía, estridente y desagradable, que procedía de una formación de rocas. Me acerque y vi la figura de Christian sumergida hasta la cintura, con el pecho desnudo y un poco erguido hacía delante.
-¡Christian! ¡Me tenías preocupada!
Sin embargo él ni se inmuto y siguió mirando embobado a las rocas. Cuando estuve detrás de su espalda vi una enorme cola de pez color turquesa y me asusté, pero continué adelante.
Y cuando le agarre del brazo, una versión marina de mi misma me atacó.


*Caoba, tributos...

*El nombre de Xenophilius es un tributo a otra de mis sagas predilectas, Harry Potter.

*El cántico de las sirenas... xD


3 comentarios :

  1. Perfectooooo!!!!Me encanta como escribes =)

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  2. ES GENIAAAAAL! Me encanta lo de las sirenas!! Y lo de las rosas, lo de las rosas es lo mejor!!!
    A Chrisian le gusta Sophie verdad? sí! Por que sino tenía la sirena su cara?? Porque a Christian le gusta Shopieeee!! Sisisisi!!
    ME ENCANTA! Por cierto ya tengo el capítulo 8 en mi blog :D
    Besos!

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  3. Con cada capítulo te superas, Nina!! introduces genial los hechos, me ha encantado la explicación del escudo de la familia!!! :)

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