Tributos

viernes, 20 de julio de 2012

Capítulo 29: Vendetta

¡Hola, ya he vuelto! He regresado antes por que mi abuelo se ha puesto enfermo, pero ya esta mucho mejor :)
Trataré de subir otro más tarde, pero como también quiero renovar en Hope y tal vez en Wonderland, pues no se si podré, lo intentaré.
Una última cosa, todavía no me ha enviado nadie nada para el concurso, se que aún queda mucho tiempo (fecha límite 31 de agosto) pero por lo menos quiero saber si alguien va a enviarme algo seguro. El premio "gordo" será un nuevo personaje en Hope (pensareis, "esta regala los personajes como rosquillas", pero es que se me ha ocurrido uno nuevo y todavía no le he puesto nombre, aunque falta bastante para que aparezca)
Bueno, y ahora si, disfrutad del capítulo ;)
P.D: ¡Os he echado de menos!



La habitación se convierte en lo que fue en los buenos tiempos, un magnifico cuarto de paredes blancas brillantes, con una lampara de araña de diamantes colgando del techo, los muebles de pulido roble, y el dosel de la cama, con la cortina corriendo sobre ella, y segura estoy de que el tacto será igual al que sentía cuando me escondía dentro de pequeña. Me acerqué a la cama y aparté el dosel, y casi ni me sorprendí al verme tumbada en la cama. Mi fantasma esta vez tendría entre los quince y dieciséis años, llevaba el pelo corto, por los hombros más o menos y vestía una camisola blanca nada más. Al verme sonrió como si me llevara esperando toda la vida, se levantó lentamente de la cama y me llevó hasta la puerta.
Los pasillos volvían a estar magníficos, sin una sola mota de polvo, con los muebles relucientes y si mi imaginación no fallaba acaba de ver a alguien del servicio en el fondo del pasillo. Pegué un bote cuando mi fantasma me atravesó, y temiendo que volviera a hacerlo, la seguí sin detenerme si quiera a mirar donde íbamos. No tuve que andar mucho ya que nos detuvimos, como había echo la noche anterior, frente a la puerta de mi habitación.
Me frote los ojos deseando que aquello fuera un sueño, un maldito sueño, nada más, pero no me atreví a soltar la cajita. Cuando volví a abrir los ojos mi fantasma se encontraba frente a mí, mirándome fijamente, de una manera que te ponía los pelos de punta. Si la pequeña Sophie había sido tan horrible no quería imaginarme lo que me haría su hermanita mayor si no le hacía caso, por lo que agarré más fuerte la cajita y entre en mi puerta.
Me arrepentí de haber nacido.
Mi cuarto estaba completamente destrozado, las cortinas desgarradas, la cama raída, la ropa tirada por el suelo... Me acerqué a la cama y apoye la mano, pero los muelles chirriaron y se derrumbó. Cuando retrocedí me choqué contra una cuna, mi cuna de bebé, supongo. La madera estaba raída y carcomida, pero aun se sostenía en pie, eso era algo. Me giré a observar el resto del cuarto que estaba en pésimas condiciones; mi trono de plata partido, los jarrones con margaritas derribados hasta convertirse en miles de cristales, las ventanas por las que se veía el ardiente sol del mediodía estaban totalmente destruidas y algo que me dolió fue la visión del resquebrajado espejo de plata y diamantes.
Literalmente, me dolió.
Apoyé mi mano en uno de los cristales y me hice un pequeño corte en el dedo, me chupe la sangre ya que las medicinas estaban abajo y no parecía nada grave y cuando volví la vista al espejo pegué un chillido.
Entre los miles de fragmentos que habían sobrevivido, se entreveía la mirada de una persona, yo. El único fallo que había en la imagen del espejo era que yo tenía la piel blanca y los ojos azules, y sin embargo mi reflejo mostraba una piel plateada y unos ojos rojo sangre. Y no me cabía duda de que eran míos.
Retrocedí hasta chocar contra la cuna, me asusté y arrojé la cajita de música al suelo, rompiéndola en mil pedazos, pero sin conseguir nada en absoluto. Me agarré a la cuna tratando de coger aire, pero mi fantasma no parecía muy contenta de verme doblada en medio de la habitación. Se acercó a mí; mientras me preguntaba porque seguía allí, ya que ya no sostenía la caja, me traspasó y... desapareció.
Asustada, corrí hacía la puerta pero el pomo no cedía. Estaba a punto de desenfundar mi arma cuando me alerto un sonido: una carcajada. Me giré pero no vi a nadie, por más que miré y miré, no aparecía nadie, en absoluto, estaba  sola. Desenfunde la espada y ande lentamente por la habitación, tratando que mis pisadas no hicieran ruido alguno, un acto imposible en aquel desorden. Como no veía nada, la tentación me pudo y volví a reflejarme en el espejo y al principio me pareció completamente normal, pero cuando mi brazo izquierdo se movió sin mi permiso y cogió el cuchillo prendido en mi cinturón, supe que algo iba mal.
Intenté mover el brazo izquierdo pero lo tenía completamente paralizado, mi fantasma sonrió cuando vio los inútiles esfuerzos que hacía por escapar y cuando el pomo de la puerta pareció ceder, una cuchillada en el estomago me hizo detenerme.
Por suerte, estaba atenta así que el cuchillo no se clavó más de un par de centímetros. Aún así, dolió como mil demonios y me hizo una buena herida, que no me detuve a observar mejor porque había salido disparada de la habitación. Llegué al recibidor casi sin darme cuenta, en parte gracias a que cerraba los ojos para aguantar el dolor, cogí mi mochila y corrí a la puerta principal, pero al intentar abrirla descubrí que estaba cerrada. Maldecí y estuve a punto de echarme a llorar, hasta que pensé por primera vez en las cámaras que me habrían seguido durante mi trayecto en la Arena, y en vez de eso hice algo para salvar el pellejo, correr al invernadero. Había una salida allí y aunque la hubieran cerrado, los amplios ventanales de cristal serían frágiles y fáciles de romper, lo que me daba una salida. Pero cuando atravesé la puerta, observé quien me había estado esperando desde mi llegada.
Esta es una de las pocas razones por las que tolero el romance en la Arena: la venganza.
Y al parecer, me van a devolver la patada.
-Hola, Leila-dije llevándome una mano al estómago-¿Cuanto tiempo llevas aquí?
Ella río.
-Unas horas. Te seguí la pista desde el otoño, y cuando llegue aquí estuve a punto de perderme, pero claro, ¿donde te esconderías en el Capitolio? En casa, por supuesto.-me respondió.
Sacó una espada que llevaba escondida en la mochila, y se quito el peso de esta. Hice lo propio, pero me quede con la espada y el escudo, y el cuchillo que se había vuelto a prender en el cinturón después de atacarme.
Ella miró mi herida con burla y comenzamos a cercarnos.
-¿Te has echo pupa?-preguntó con un toque infantil.
-Yo si que te voy a hacer pupa-dije, pero me falló la voz en el último momento y quedó horrible.
Ella rió.
-Dame una razón para no matarte-me dijo.
-No tengo ninguna-respondí débilmente.

Soltó una carcajada y me apuntó con la espada. La imité y en ese momento un recuerdo vino a mi mente.
-Christian...
-Oh, ¿Crane? Ah, es a quien le quité la espada. Estaba demasiado ocupado luchando contra algo invisible, así que no se enteró cuando le noqueé con la piedra.
Sentí algo ácido subiéndome por la garganta, y sin pensármelo dos veces, la ataqué con la espada apuntando directamente a su corazón.

6 comentarios :

  1. Tres cosas:
    1-HOLAAAAA! Te he echado de menooooos!!
    2-En el concurso no he participado porque no tengo demasiado buen sentido del humor, sorry vv'
    3.¿Que? ME has dejado :O cuando he leido lo de christian, pero unas preguntas me rondan: ¿Donde esta Nata? ¿Que les está pasando a los demas tributos? Y por úlyimo....¿Cuando tendrás el siguiente capitulo?
    Muchos besos

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    1. 1-¡Yo tambien Beid!
      2-No pasa nada :(
      3-Nata va a aparecer dentro de poco, en cuanto a los demas tributos... pondre mas información sobre ellos de ahora en adelante. Y el capitulo intentare subirlo hoy :D
      Muxus

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  2. Hola, te hemos echado de menos, por lo menos yo :)
    El capitulo genial, como siempre, aunque no paro de pensar en Nata y Christian...

    Por cierto, yo no he participado en el concurso porque no se me ocurre nada. Bienvenida de vuelta!! :)

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  3. Weeeeeeeee, estas aqui!! Está genial, espero que Christian este bien...
    Intentaré participar pero a mi eso de hacer reir a la gente no se me da bien...
    Besitos!!!!!

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  4. JEJeJe
    Aun que te carges a Leila es genial!!
    Yo tambien he llegao por fin
    Besoss

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  5. Nooooooooo, Christian ha muertoo?!!!!!!!!! NOOOOOOOOOOOOOOOOOO!!!!!!!!!!!!!!!!! Por favooor!!!!!
    Yo creo que tengo una idea para el concurso... ya te la enviaré!
    Menos mal que has vueltoo, te echaba de menooos! Yo también ya he llegado!
    Me voy a leer los siguientes ya!
    Un besoo

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