Tributos

sábado, 4 de agosto de 2012

Capítulo 34: Sombras en el Horizonte

Kaixo, como diríamos aquí, siento haber tardado tanto, pero es que me vino un arrebato de inspiración artística y comencé a pintar como loca (He estado todo este tiempo encerrada en una habitación, con un caballete, mi maletín y un paquete de galletas :P). Hoy he terminado mi último boceto y me he puesto a terminar el capítulo.
P.D: Mis agradecimientos a Nata, que me ha enviado una foto para el concurso, sinceramente me he partido de risa, casi me tiro los oleos encima ¡Un muxu, Nata neska!
P.D: Estos días van a ser las fiestas aquí, así que no se cuando subiré el próximo capítulo, pero será pronto.
¡MUXUS!

La mañana siguiente nos tomamos las cosas con calma. Recogimos las provisiones, bebimos todo el agua y volvimos a rellenar las botellas, miramos las heridas y finalmente marchamos en dirección a la niebla. Tomamos un camino de flores y árboles amarillos, que a medida que avanzabamos se iban volviendo grisáceos. Encontramos un arbusto de bayas granates, y aunque nos caíamos al suelo del hambre, nos contuvimos cogimos un par y las observamos atentamente hasta que Nata se acordó de ellas y se metió un par en la boca. Pegué un grito y me abalancé sobre ella, pero me aparto de un empujón y como no paso nada raro, cogimos todas las bayas que pudimos, comimos y nos guardamos las demás.
Al mediodía llegamos al final del bosque y nos encontramos con un pequeño río, al otro lado, la niebla volvía a extenderse de manera considerable, más espesa que la anterior.

-¿Continuamos?-pregunta Nata con voz temblorosa.
Asiento.
La distancia entre el río y la niebla es corta. El primero es Christian, coge carrerilla y salta el río perdiéndose entre la  niebla. La segunda es Nata, que aunque un poco vacilante consigue pasar el río y adentrarse en la niebla. Por último voy yo, cojo carrerilla y salto, resbalando un poco al final por culpa del barro, llego al lado de la espesa niebla y me detengo un momento antes de avanzar por ella. Grito a mis compañeros pero ninguno me responde por lo que supongo deben haber pasado a la siguiente estación. Vacilo, pero camino hasta que la niebla me atrapa por completo. El camino es corto, y antes de lo que pueda esperar, la arena toca mis botas y caigo de rodillas sobre ella, aunque la niebla es demasiado espesa aún para que pueda ver nada más, estoy segura de que esto es el verano.
Vuelvo a gritar el nombre de mis aliados y esta vez  me parece oír algo, pero no puedo estar completamente segura, pueden ser alucinaciones mías. Cuando por fin la niebla desaparece, veo donde me encuentro. Es una playa, una inmensa playa con un enorme mar al horizonte, del cual no se ve fin, ni niebla ni nada, nada.
Corro hacía la playa y entonces los gritos se acentúan, haciéndose más evidentes, más cercanos a mi posición. Sin detenerme corro hacía el agua, que cada vez parece más y más lejana, me caigo, vuelvo a levantarme y me lanzo hacía el mar. Pero cuando llevo unos metros recorridos, el mar desaparece y la arena ocupa su lugar. Desconcertada, guiño los ojos e intento relajar mi mente en busca de alguna respuesta, pero el calor me asfixia y me empapa de sudor, nublándome la mente.
Lo siguiente que recuerdo es una sensación refrescante y a la vez pegajosa. Estaba tendida sobre el saco de dormir, y los rayos del sol me golpeaban en la piel, que quemaba pese a estar mojada. Abrí los ojos y la luz me golpeó como si de fuego se tratara, me protegí la vista con la mano, me incorporé y observé a mi alrededor.
La playa que había visto al dejar la niebla había desaparecido completamente, dejando un mar de arena y plantas. Las plantas eran escasas y estaban repartidas por lo largo y ancho de la arena, algunas eran altas y tenían un tronco grueso, otras eran más pequeñas y de un color verde intenso y aunque no conseguía distinguirlo bien, parecían tener pinchos.
-Sophie...
Mi cuerpo giró bruscamente y el rostro de Christian apareció ante mis narices. Llevaba el pecho desnudo y la camisa anudada a la frente, que goteaba sudor y sangre.
-¿Christian qué...?
-Sshh...-dijo él y me empujo de nuevo para que me tumbara.
Me levantó del suelo, con saco y todo y me llevo hasta una especie de campamento improvisado, montado a partir de ropas y hojas de palmera. Las ropas se me habían secado, me arranqué las botas a tirones y deje caer los parpados.
Cuando los volví a abrir todo estaba oscuro, anochecía. A mi alrededor todo estaba muy silencioso y el sudor frío se extendía por mi espalda, dando una sensación de frío insoportable. Me senté sobre el saco y entonces me di cuenta de que había algo conmigo. O alguien. Me acerque un poco pero no tarde en ver uno de los mechones oscuros del cabello de Christian, que se habían pegado a su frente por el sudor del día. Sonreí y miré alrededor para encontrarme con la mirada incrédula de Nata, que estaba encogida en su saco intentando mantener el calor.
-¡Estás viva!-chillo emocionada.
-¡Sshh! ¡Christian se despertará con tus chillidos!
Salí de mi saco y corrí al suyo. Nos refugiamos y nos abrazamos, luego comencé a preguntarle sobre lo ocurrido:
-Ha sido algo parecido a lo que ocurrió en la Primavera, solo que peor, porque hacía un calor insoportable. En la primera hora nos dedicamos a construir el refugio y a buscar agua y alimento, entonces recordé una de mis lecciones en Plantas Comestibles en la que el entrenador mencionó unos arbolitos llamados "cactus". Dijo que tenían agua, así que Christian clavó el cuchillo, pusimos la botella y... tuvimos que romper diez cactus más para llenar las dos botellas, no sueltan gran cosa. Pero, claro también están las palmeras, esas las hemos dejado para mañana, hoy estamos muy cansados. La razón de que el  este en tu saco es por culpa del frío y de que cuando estábamos sacando agua de los cactus estuvo a punto de clavarme una punta venenosa, a posta.
Ella se tumbo y le di un beso en la frente, y cuando estaba a punto de volver a mi saco pregunté:
-Una cosa, cuando entre en el desierto...
-Verano, es el Verano.-me corrigió ella.
-Bueno, Verano o lo que sea, me da igual. Cuando entré traspasando la niebla, paso algo muy raro. Vi una playa, una playa enorme y preciosa, corrí hacía ella y de repente ¡Pop! ¡Desapareció!
-Espejismos-respondió ella tiritando de frío.
-¿Que es eso?
-Veras, es una ilusión, algo que engaña con la vista a nuestro propio cerebro, dejándolo ver imágenes deferentes a lo que es en realidad. Normalmente, se solían ver a lo lejos y se suele observar una imagen líquida.
Lo pensé durante un minuto y después dije:
-Si, pero ¿un mar entero? Es demasiado anormal para ser un espejismo.
-Nada es normal en los Juegos del Hambre, Sophie.

Once años atrás...

El aerodeslizador la había dejado en el hotel de tributos sana y salva, pero los médicos se la llevaron para curarla. Finnick intento acompañarla, pero no le permitieron entrar, incluso intentó echar la puerta abajo pero el acero era demasiado grueso. Una mujer anciana lo sujetó firmemente y lo arrastró hasta lograr  sentarlo en un sillón de color caoba, mientras que en la esquina la pequeña observaba la escena.
Se levanto y fue hasta la puerta tras la cual curaban a Annie, apoyo la cabeza y escucho, ya que era demasiado bajita como para llegar a la ventana circular que había sobre su cabeza. Se oían unos leves ruidos rítmicos y metálicos, que asustaron a la niña. Miró asustada al hombre pero este no paraba de morderse las uñas mientras lanzaba miradas nerviosas a través de la ventana, y Mags intentaba aparentar serenidad, sentada rígidamente en una silla de plástico.
Dos horas después un médico embutido en una bata azul y con las cejas teñidas de verde, apareció por la puerta sobresaltando a Sophie y Finnick que se quedaron mudos al verle, pero por suerte, Mags preguntó:
-¿Sobrevivirá?
Los tres contuvieron un momento la respiración un minuto hasta que el médico asintió.
-Gracias, gracias...-comenzó a decir Finnick a nadie en concreto.
La niña tiro de la bata del médico y preguntó:
-¿Podemos verla?
-Cuando despierte y pase unos días de recuperación, si, entonces podréis verla.-le respondió el medico volviendo dentro.
La pequeña sonrío y para su sorpresa ambos mentores la abrazaron, dejándola totalmente perpleja. Él le revolvió el cabello y Mags le besó los cabellos, pero al ver la mirada incrédula de la niña le preguntaron:
-¿Que te pasa?
-¿Es que no me odiáis?-dijo ella extrañada.
-¿Odiarte? ¿Como seríamos capaces de odiarte?-farfulló Finnick.
Mags la cogió de los hombros y la obligó a observarla fijamente:
-¿Porqué dices eso?
-Pues porque yo soy una de ellos. Un bicho del Capitolio, como vosotros decís-ella no solía obedecer y a veces espiaba las conversaciones de los mentores-¡Mirad mi pelo, mi piel y...!
-Eh, eh, eh...ssshh, calla-le dijo Finnick tapándole la boca delicadamente-No te odiamos, no seríamos capaces. He de reconocer que al principio, la idea de hacer de niñero no me hizo gracia alguna, luego te conocí y tampoco me convenciste mucho, es más, me parecías un poco plasta, pero... nos has ayudado mucho y no se puede odiar a nadie que haya echo eso.
La niña intento asimilar todo lo que había dicho, tan rápido que no había podido parpadear siquiera, pero de repente su mirada se fijo en uno de los médicos que había salido del cuarto. Farfulló una despedida, salió corriendo al ascensor, pulso todos los botones y luego al botón rojo que apareció debajo de ellos.
Comenzó a respirar agitádamente y se seco el sudor con el borde de la camisa. Cuando el pitido del ascensor confirmó que había llegado a la planta, se lanzo corriendo por los pasillos, olvidando prácticamente la oscuridad de su alrededor e ignorando la mirada curiosa de los guardias.
Llamó a la puerta tres veces, pero como no contestaron giro el pestillo y entró en la habitación.
Cerró la puerta de un golpe y se quedo quieta un instante, jadeando.
-¿Sophie?-preguntó la voz de su abuelo.
-Ho-Hola...-dijo ella jadeando.


*El clima del Verano esta basado en el clima que suele haber en los desiertos como el Sahara. Por el día hace un calor insoportable, de hasta unos 40º, y por la noche hacía un frío terrible, casi tanto como en el Polo Norte.Capítulo 34

10 comentarios :

  1. Hola Nina! a ver... el complejo mundo de los links xD cuando estés escribiendo una entrada o el texto de una página en el editor de Blogger (donde escribes normalmente), en la parte de arriba, donde se cambia la fuente, el tamaño de letra, el color, etc, tienes una opción que se llama "Enlace", en azul y subrayada. Pues si le das ahí te saldrá una ventanita en la que hay dos recuadros. En el de abajo tienes que insertar la URL a donde lo quieres dirigir (p.ej: la URL de este capítulo sería http://los76juegosdelhambre.blogspot.com.es/2012/08/capitulo-34-sombras-en-el-horizonte.html, es lo que te sale arriba del todo en el navegador). En el recuadro de arriba se te pondrá automáticamente lo mismo, pero puedes borrarlo (borra SOLO en el recuadro de ARRIBA) y poner lo que quieras (en este caso, Capítulo 34). Luego te da la opción de que al pinchar el enlace se abra en una pestaña nueva, o que sustituya a la actual.
    No sé si te habrá servido de ayuda... te he liado mucho? xD

    ResponderEliminar
  2. Por cierto, el capítulo genial ^^ me encanta la historia paralela de los juegos de Annie!
    a ver si no nos haces esperar mucho para el siguiente! :P
    un besoooooo

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Oh, Dios! Graciaas! TeQuiero, KAtionak! Si que me ha servido! Gracias, gracias, gracias, graciaaaaaaaaas!!!!!!!
      Tranquila, lo subire pronto, lo prometo, no sere tan cruel ;)

      Eliminar
  3. Nina!! Como te envio la parodiaaaaa????!!!!!!!!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. a mi gmail WonderlandByNina@gmail.com o si no por mensaje privado en tuenti :D
      Que alivio, ya pense que no me la ibas a mandar!

      Eliminar
    2. No se si esta muy bien, he copiado mi momento de inspiración de la araña pero con dibujos y creo que me ha salido chulo! El capítulo genial! Estoy ansiando, ANSIANDO, un beso Cristian-Sophie. ANSIANDOLOOOO!!!!

      Eliminar
  4. Me encantaa! Lo de las ilusiones esta geniaal y lo de los cactus y losrecuerdos de la infancia y y... vamos que TODO está genial.
    No tardes en ecribiir el siguiente porfaa, que somomásimportantes que tus fiesstas;) jajaja
    Un besazoo

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias cerecita! No tardare, lo prometo, es que fue un momento de inspiración!
      Las fiestas... es Celedón! Es importante!

      Eliminar
  5. Está genial, impresionante. Me encanta, la trama es genial y la manera que tienes de relatar su infancia. Ahora que lo pienso, Annie conoce ya a Sophie, verdad? Porque entonces no creo que le guste verla en los Juegos.
    Me alegro de que te haya gustado la foto :)
    Pasatelo bien en las fiestas.
    Besitos

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Bueno, si pero Annie esta un poco para alla, encima con Finnick muerto :S xiiia no creo yo que se enteremucho pero... me has dado una idea Nata...
      Jejjeje
      MUXUS!

      Eliminar