Tributos

martes, 15 de abril de 2014

Capítulo 55: Fe en la sangre

Aquella noche no dormí mucho, ni tampoco las siguientes. Tarde dos semanas en adaptarme a mi nueva vida: dormir en el suelo, comer dos veces al día, pero sobre todo; a convivir con un tigre enfurecido y con Doc. Me pidió que le llamara Doc el tercer día después de comer nuestra escasa y asquerosa cena. Aunque dudaba seriamente que ese fuera su nombre no le exprese mi escepticismo ya que yo tampoco le había revelado aún mi verdadero nombre.

Nuestra rutina diaria era bastante simple. Nos levantábamos pronto y procedíamos a masajearnos los hombros y la espalda, ya que al dormir en el suelo teníamos unos dolores espantosos. Después esperábamos hasta que nos traían nuestro desayuno (una hogaza de pan y agua) y nos alejábamos lo máximo posible de Sarin, que se solía levantar hambriento y furioso. Solo lo alimentaban cuando algún preso había muerto, lo cual ocurría bastante a menudo y pronto tuve que acostumbrarme a los gritos de los condenados, los rugidos de Sarin y al putrefacto olor de los cadáveres. Nos traían la cena bastante tarde y teníamos que luchar contra las nauseas que nos provocaba el asqueroso caldo.
-Johanna, ya viene-me dijo aquella mañana mientras se apartaba para dejarme un hueco a su lado.
Me senté procurando no molestarle mucho y oí como repiqueteaban las cadenas que él sostenía como precaución. Oímos los pasos de los guardias y como arrastraban a un hombre. Sarin levanto su cabeza y comenzó a oler cuidadosamente. Cerré los ojos cuando abrieron la puerta, sabiendo lo que ocurriría después.
Hubo un momento de silencio. Después comenzaron los gritos.
Me tape los oídos con fuerza tratando de no oírle, pero era imposible. Trate de contener las lagrimas pero termine llorando como siempre. Oí las carcajadas socarronas de los guardias y note como algo me salpicó las piernas. Abrí los ojos y para mi horror vi que era la sangre del condenado que Sarín esparcía sin reparo. Me puse frenética y comencé a sacudir mis maltrechos pantalones tratando de limpiarlos, pero termine con las manos llenas de sangre y con Sarin a escasos pasos de mi, devorando las piernas del preso. Estaba temblando y entonces note que algo rozó mis hombros. Me aparte bruscamente y vi que Doc alejó su brazo, se apartó y fijo su atención en Sarin. Dudé, pero al final seque mis lagrimas, olvidándome de lo ensangrentadas que estaban mis manos, y me acerque a él apoyando mi cabeza en su hombro. No me apartó.
Terminamos abrazados observando a Sarín lamer los huesos, rodeados por un charco de sangre.

Mientras tanto, en el centro del Capitolio...

-Queda un cuarto de hora, señor Habenshee-informó una joven de uniforme.
-Gracias, Kia-respondió Plutchard.
La puerta se cerró tras ella y él volvió a posar su mirada sobre la joven que lo acompañaba, que se encontraba de pie junto al sofá sosteniendo una flor muerta entre sus manos. Alta, pelo oscuro, ojos claros y traje rojo. Pero si se observaba atentamente, con mucho cuidado y sabiendo lo que se quería encontrar se podía ver el maquillaje que rodeaba sus ojos, la pintura oscurecía sus cejas y unos imperceptibles cabellos rubios tras su cuello.
Ella le miró casi aburrida, pero él sabía que estaba enfadada, pero sobre todo, estaba frustrada.
-Muy bien, repasemos tu historia.
Ella suspiro, se sentó frente a él cruzando las piernas y miró a la pared.
-Me llamo Aashta* Tacker, soy del Distrito 4, pero mis padres formaban parte de la rebelión y murieron en la guerra. Desde entonces he ocupado su lugar ayudando a los rebeldes y me presento como mentora para los 77º Juegos del Hambre-le miro y alzó una ceja pintada-¿Así esta bien?
Él asintió y ambos se observaron durante unos instantes.
-Ella no te reconocerá.
-Tu si puedes.-respondió ella mordaz.
-Porque yo se quien eres, Sophie-su rostro se ensombreció al escuchar su propio nombre-Pero ella no.
Se levantó, miró su reloj, y después a ella. Le tendió su brazo izquierdo, y ella se agarró con reticencia.
-No lo olvides. A partir de ahora eres Aashta Tacker, hija de los rebeldes Aron y Ariana Tacker, del Distrito 4. No moriste en la guerra, sino que te mantuvieron oculta y tras una mesa como estratega. Ahora te presentas como mentora por petición de tus superiores rebeldes.
Apartó su mano del pomo de la puerta y la observo de reojo.
-¿Nerviosa?
Ella negó con fuerza.
-Entonces vayámonos-dijo mientras abría la puerta.

Dos semanas antes...

Sophie se rascó el cuello con fuerza, tratando de aliviar el picor que le provocaban los tintes. Acababa de estar dos horas retenida en una habitación sin ventanas mientras tres mujeres revoloteaban a su alrededor tiñéndole el pelo, maquillándola y peinándola de mil y una formas distintas. Todos los ex-tributos habían tenido que pasar por lo mismo desde la última semana y los rumores no deparaban nada bueno. Se hablaba de los 77º Juegos del Hambre y en el comedor habían comenzado a circular rumores sobre quienes serían los nuevos tributos... aunque no todos pensaban que serían nuevos. La tensión era palpable. Nadie confiaba en nadie antes de los rumores, y ahora mucho menos.
Continuó andando por el pasillo hasta llegar al comedor y dirigirse con una leve sonrisa a su mesa. Christian la esperaba con dos bandejas frente a él y una flor marchita entre ambos. Ella se sentó frente a él y admiró la flor.
-Es muy bonita ¿de donde la has sacado?
-Un mago nunca desvela sus trucos-dijo él sonriente.-Pero siempre acepta un regalo.
Ella se acerco y rozó sus labios suavemente para luego apartarse. Estaban en un sitio publico después de todo. El sonrió pero la alegría no se extendió a sus ojos.
-¿Algo nuevo?-le pregunto ella recelosa mientras comenzaba a comer.
Él negó, pero tras un instante de duda, miro a su alrededor con cautela y sus ojos se detuvieron en una mesa vacía en el centro de la sala, la mesa donde se solía sentarse Asher. Christian se acercó y le susurró al oído:
-Leila ha despertado.
Tembló.


*El nombre de Aashta significa fe o esperanza. Aron y Ariana son nombres derivados de la guerra, que significan fuerza y poder.
N.A: En los próximos aclarare mas sobre esto, pero dudo que hable sobre Nata. Me centrare en Sophie y en como acabo con Plutchard. Por cierto, me voy a Madrid esta semana por lo que no podre renovar hasta la semana que viene, pero si tengo tiempo escribiré algo el miércoles.
Muxus enormes! ¡Ah! Se que esta fatal escrito pero es que tenía ganas de renovar y poco tiempo ¡Perdonadme!
Y lo de Doc es porque he estado viendo "El resplandor"

6 comentarios :

  1. Espero que sigas pronto! !

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    1. Gracias! En cuanto vuelva de Madrid me pondré a escribir!

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  2. ntp... por la redaccion, el capi ha estado genial, me encanta que lo sigas
    suerte en tu viaje... luego compartes los detalles y fotos
    te deseamos que la suerte este siempre de tu lado

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    1. Oh gracias! Y yo que pensaba que estaba horrible! Os enseñare fotos y ya os contare que tal me fue! Un muxu!

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  3. Holaaa!!!! Siento no haber dado señales de vida antes!!! A mi el capi me gusta. Que tal por Madrid?? Espero que tengas siguiente capi pronto, que te echaba mucho de menos! Me creia que te habias muerto o algo. Ay, muchos besos!!

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    1. Mori pero Clary le pidio a Raziel que me resucitara, volvi corriendo desde Idris para publicar. Por aqui todo genial la verdad
      Un muxu enorme

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